Madre que estás en los cielos
Cuando Julia Bartolini descubre que padece una enfermedad mortal, decide no someterse a tratamiento alguno, y comienza su preparación ante la espera de la muerte.
Con setenta siete años a cuesta, la protagonista de esta novela, comienza a realizar una retrospectiva del tiempo vivido, un análisis más bien intimo, pero ausente de exagerados sentimentalismos.
Centrada en su relación materna, recorre pausadamente los hitos que marcaron la historia construida junto a sus hijos, con una transparencia en los sentimientos y basada en sus fuerte convicciones, no se transforma en una jueza de sus actos, ni de los actos de quienes la rodean, sino que por el contrario, busca comprender las enseñas de la vida, que lenta e inevitablemente la comienza a abandonar.
Con una limpieza literaria pocas veces vistas, de lenguaje sencillo, pero racionalmente cortés, el autor (Pablo Simonetti), va estructurando una historia desde un yo literario ajeno a su propia persona, encarnado en la figura de la matriarca silenciosa, que es capaz, tal vez, no de entender las decisiones de sus hijos, pero si de abrazarlas en cuanto estas constituyan la base de la felicidad de ellos mismos.
Amor filiar, conflictos y reconciliaciones, son los ejes centrales de esta novela, basada en la capacidad de aceptación de los unos a los otros, por sobre las propias restricciones culturales de la sociedad en la cual se encuentran insertos.
Con setenta siete años a cuesta, la protagonista de esta novela, comienza a realizar una retrospectiva del tiempo vivido, un análisis más bien intimo, pero ausente de exagerados sentimentalismos.
Centrada en su relación materna, recorre pausadamente los hitos que marcaron la historia construida junto a sus hijos, con una transparencia en los sentimientos y basada en sus fuerte convicciones, no se transforma en una jueza de sus actos, ni de los actos de quienes la rodean, sino que por el contrario, busca comprender las enseñas de la vida, que lenta e inevitablemente la comienza a abandonar.
Con una limpieza literaria pocas veces vistas, de lenguaje sencillo, pero racionalmente cortés, el autor (Pablo Simonetti), va estructurando una historia desde un yo literario ajeno a su propia persona, encarnado en la figura de la matriarca silenciosa, que es capaz, tal vez, no de entender las decisiones de sus hijos, pero si de abrazarlas en cuanto estas constituyan la base de la felicidad de ellos mismos.
Amor filiar, conflictos y reconciliaciones, son los ejes centrales de esta novela, basada en la capacidad de aceptación de los unos a los otros, por sobre las propias restricciones culturales de la sociedad en la cual se encuentran insertos.
1 comentario:
Hola:
Este libro es muy emotivo, entretenido de principio a fin, lo recomiendo de todas maneras.
Saludos,
Carolina
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